El estudio, publicado en Science, sostiene que casi 2/3 de las mutaciones en la enfermedad se deben a errores aleatorios que suceden espontáneamente en las células sanas.
REDACCION, Madrid, 25.03.2017
Hasta 2015 la opinión unánime de los expertos en oncología defendía que las mutaciones responsables del cáncer procedían de la herencia y el medio ambiente. Ahora, Tomasetti y Bert Vogelstein , de la Universidad de John Hopkins (Baltimore), pusieron sobre la mesa otro factor, el azar, que fue poco aceptado entre la comunidad científica bajo el argumento de que dejaba fuera del estudio a algunas tipologías como el de mama o el de próstata, así como a la incidencia fuera de Estados Unidos. Los mismos investigadores han reafirmado ahora los resultados de ese estudio. El texto, publicado en Science , cuenta con cifras de 68 países más y referencias de 4.800 millones de personas.
Así, Tomasetti y Vogelstein han analizado la secuenciación del genoma y los datos epidemiológicos de 32 tipos de cáncer y concluyen de nuevo que casi 2/3 de las mutaciones en estos tumores son atribuibles a errores aleatorios, que suceden de forma espontánea en las células sanas durante la replicación del ADN.
El análisis se basa en un nuevo modelo matemático basado en secuenciación de ADN. “Es bien sabido que debemos evitar factores ambientales como fumar para disminuir nuestro riesgo de cáncer, pero cada vez que una célula normal divide y copia su ADN para producir 2 nuevas células, se producen múltiples errores”, explica Tomasetti.
Los expertos insisten en que estos errores son “una fuente de mutaciones que históricamente ha sido científicamente infravalorada”.
El paradigma del cáncer de pulmón
De forma general, en los 32 tipos de cáncer estudiados los investigadores estiman que el 66% de las mutaciones son provocadas por errores de copiado, el 29% se pueden atribuir al estilo de vida o factores ambientales y el 5% restante, a la herencia.El cáncer de pulmón presenta una imagen totalmente diferente: el 65% de todas las mutaciones son debidas a factores ambientales, básicamente el hecho de fumar, y el 35% se debe a errores de copiado del ADN.
Sobre los factores hereditarios no se conocen cifras en estos tumores.
La prevención, esencial
Pero, ¿debemos entonces olvidarnos de la prevención? La respuesta es rotundamente no. "Necesitamos seguir alentando a la sociedad para que evite tanto los agentes ambientales como los estilos de vida que aumentan su riesgo de desarrollar mutaciones en el cáncer”, apunta Vogelstein .De hecho, los autores sostienen que sus conclusiones están de acuerdo con estudios epidemiológicos que demuestran que, aproximadamente, el 40% de los cánceres se pueden prevenir evitando entornos poco saludables y estilos de vida.
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