La deficiencia de hormona de crecimiento (GH) se debe a que la
glándula que la fabrica, la hipófisis,
localizada en el cerebro, no la produce en cantidad
suficiente.
Por Equipo médico| 9.12.2015
Causas
La deficiencia de GH (hormona de
crecimiento) puede ser congénita (presente al nacer) o bien el resultado
de una enfermedad secundaria, como una lesión o tumor cerebral. En muchos casos
se desconoce la causa del déficit.
Síntomas
La 1ª señal de que la GH (hormona de crecimiento)
está en deficiencia es que el bebé presenta una velocidad de crecimiento más
lenta que el resto de niños de su misma edad. En muchos casos, no se sospecha
este problema hasta los 2 ó 3 años de edad, al valorar la curva de
crecimiento del niño.
Como consecuencia, el niño será más bajito que la mayoría
de los niños de su misma edad y sexo. En este caso, las proporciones corporales
se mantienen normales ya que el crecimiento es armónico.
El déficit de GH no altera la capacidad intelectual del
niño aunque parecerá más joven. La pubertad puede llegar más tarde o bien no
llegar, dependiendo de la causa.
La deficiencia de hormona de crecimiento se debe a
que la hipófisis no la produce en cantidad suficiente.
Pruebas diagnósticas
Lo 1º que realiza el pediatra son medidas de la
talla y el peso que evidenciarán el crecimiento lento. Una vez que se sospecha
el déficit de GH se realiza una radiografía de la mano para determinar la edad
ósea que, en este caso, estará retrasada o poco madura para la edad cronológica.
Además, se realizan analíticas de sangre para determinar
los niveles hormonales o bien una prueba de estimulación de la glándula
hipófisis para evidenciar qué nivel de funcionamiento presenta.
Como la deficiencia de GH puede cursar con la deficiencia
de otras hormonas (tiroideas, sexuales o suprarrenales) es habitual realizar un
estudio completo hormonal.
Para finalizar la batería de pruebas, una resonancia
magnética de la cabeza es indispensable para determinar con mayor precisión la
causa del déficit de GH.
Tratamiento de la hormona de crecimiento
El tratamiento es puramente sustitutivo, es decir, el
endocrino receta inyecciones de la hormona de crecimiento que se deben inyectar
en el domicilio una vez al día. Los padres son instruidos para ello y, cuando
los niños son mayores, lo pueden hacer solos.
El tratamiento es de larga duración, varios años, en los
que el niño debe continuar con un estrecho control por parte del endocrinólogo
infantil.
Algunos efectos secundarios del tratamiento pueden ser:
cefaleas, retención de líquidos o dolores articulares.
Pronóstico
Lo ideal es realizar el diagnóstico lo antes posible para
que el niño pueda alcanzar una talla lo más cercana a la normalidad en la
edad adulta.
Nota: Consulta a tu especialista en casos de OMC
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