acta sanitaria.com/ Juan Gérvas.(jgervasc@meditex.es) es médico general y promotor del Equipo CESCA (www.equipocesca.org), mpf1945@gmail.com @JuanGrvas |17/06/2013
Los titulares determinan la lectura de una noticia. El título de un artículo científico es clave para motivar al posible lector. El título de un libro puede determinar la compra de un libro. Por todo ello "titular" es un arte. Como tal, en muchos casos se emplea mal. Hay titulares que incluso contradicen el contenido de la noticia, artículo o libro. Es frecuente el uso de titulares de forma interrogativa, que habitualmente provocan rechazo en el posible lector.
Lo mismo consiguen los titulares farragosos.(.....)
Naturalmente,
 no hay un titular "ideal" pues intervienen múltiples variables. Por 
ejemplo, la formación académica de los posibles lectores, el objetivo de
 quien escribe el texto, lo "conocido" que sea el contenido y muchas 
otras características. Por eso titular es un arte.
(....)  
El daño del diagnóstico por imagen radiológica
Dicen
 los chinos aquello de que una imagen vale por mil palabras. En medicina
 es cierto muchas veces. Por ejemplo, no hay como ver las típicas placas
 de psoriasis para identificarlas posteriormente casi sin error. Lo 
mismo sucede con los "clavos sifilíticos" en las palmas de la mano. Idem
 un melanoma "típico", con su negro rabioso y sus bordes informes.
Es
 lógico el interés de los médicos por ver el interior del cuerpo vivo, 
del enfermo. Primero se logró con los avances de la cirugía, tras el 
conocimiento aportado por la anatomía. 
El descubrimiento de los rayos X 
significó un cambio sustancial, que asombró a la sociedad. Bien se 
refleja en los "rayos" de los cuadros de muchos artistas del momento. 
Fue casi mágico el poder ver el interior del cuerpo humano sin 
"abrirlo". El atractivo mágico no ha desaparecido sino que se ha 
incrementado (en parte por su uso racional, pero en gran parte por el 
puro negocio). Pero la radiología conlleva un daño que se acumula a lo 
largo de los años. Como todas las actividades médicas, el diagnóstico 
radiológico tiene grandes beneficios, y al tiempo, si se emplea 
innecesariamente, causa enormes daños sin beneficio alguno.
El
 desarrollo de la TAC (tomografía axial computarizada, "scanner") de 64 
cortes ha llevado a su límite el diagnóstico por imagen. (....)
Gran
 "descuido" es emplear la TAC como método diagnóstico en la apendicitis 
infanto-juvenil. Lo preferible es la ecografía, pero a veces distintas 
cuestiones organizativas y económicas imponen el uso de la TAC, con sus 
consecuencias. 
Es un procedimiento a evitar; uno de las muchas 
intervenciones diagnósticas radiológicas a evitar, como la típica 
radiografía torácica "pre-operatoria"
En
 este trabajo se compararon los resultados de la irradiación diagnóstica
 con los efectos de la bomba atómica sobre los sobrevivientes japoneses 
(los hibakusha). El daño es mayor cuando se irradia a niños y se ha 
calculado que en ellos 50 mSv elevan a 2,5 el riesgo relativo de cáncer 
(el doble que la bomba atómica sobre los sobrevivientes). En las niñas 
con escoliosis, sometidas a múltiples estudios diagnósticos 
radiológicos, se produjeron el doble de cánceres de mama al cabo de los 
años
http://journals.lww.com/spinejournal/Abstract/2000/08150/BreastCancerMortalityAfterDiagnostic.9.aspx
Cinco TAC torácicas equivalen 2.000 radiografías de tórax. Cinco TAC abdominales equivalen a 2.500 radiografías de tórax
Cinco
 TAC ("scanner") equivalen en pacientes jóvenes a la radiación recibida 
por los supervivientes a la bomba atómica en Hiroshima
Pero
 es cierto el titular de este texto "Cinco TAC ("scanner") equivalen a 
la bomba atómica en Hiroshima". Es bien cierto que tal frase puede sonar
 alarmante, pero lo verdaderamente alarmante es la "ignorancia alegre" 
con la que se utiliza la TAC, cuyo resultado final es doblar la 
incidencia de tumores como leucemia, cánceres de cerebro y otros
Como
 se titulaba el editorial de "The Lancet": "Beyond the bombs: cancer 
risks of low-dose medical radiation", por el mismo daño de tales 
radiaciones y por el abuso en su utilización (entre el 20 y el 50% sin 
justificación).
Vale
 la pena "agitar" la acertada comparación con las bombas atómicas de 
Hisoshima y Nagasaki para frenar el bombardeo ionizante del uso 
innecesario de la radiología diagnóstica.
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