Hay unas 5.000 patologías de base genética. Identificar los genes
asociados a enfermedades como el cáncer puede marcar la diferencia entre
el éxito y el fracaso en su tratamiento.
ROCÍO GIL | Madrid - 06-05-2015 |
A
veces, una enfermedad hereditaria se debe a la mutación de un solo gen.
Actualmente se conocen más de 5.000 genes asociados a distintas
patologías, entre ellas el cáncer. Conocer exactamente los genes
implicados y las mutaciones que sufren resulta muy útil a la hora de dar
con el tratamiento más efectivo. ConSalud.es ha hablado con el doctor Miguel Ángel Moreno Pelayo, responsable del Servicio de Genética del Hospital Ramón y Cajal, uno de los centros de referencia en el diagnóstico de enfermedades hereditarias a nivel nacional.Cuando un profesional detecta que un paciente tiene una enfermedad de la que hay más afectados en la familia, o por otros parámetros sospecha que tiene base genética, le deriva a un servicio de diagnóstico genético para encontrar la causa de su patología y en algunos casos poder prescribir un tratamiento más exacto, pero además, “encontrar la causa genética permite predecir con qué probabilidad puede tener una descendencia afectada”. Por ejemplo, en niños que puedan padecer problemas de audición, “encontrar la base genética antes incluso de que se manifieste el defecto auditivo es muy interesante porque los padres pueden buscar ayuda especializada con antelación y los niños pueden entrar en programas especiales de educación, de logopedia, etc. para que cuando aparezca esa patología el niño ya esté en manos especializadas”.
De estas pérdidas auditivas progresivas, dice, “hasta ahora solo se podía diagnosticar genéticamente un 1% de lo que entraba en consulta, pero ahora ya estamos rondando las tasas del 60%”. En cáncer, por ejemplo, “hay determinados biomarcadores que, ante un determinado tipo de patología tumoral, el tener una mutación en un gen que está en una u otra vía determina el tipo de fármaco que se va a suministrar al paciente y obviamente su respuesta a ese fármaco”.
LA REVOLUCIÓN DE LA SECUENCIACIÓN GENÓMICA
De las patologías que tienen base genética, “puede haber un único gen (patología monogénica) o varios genes que causen esa patología (alta heterogeneidad genética); y además el tipo de mutación o mutaciones que podemos encontrar en cada gen es muy variado, por lo que podemos enfocar el estudio genético de distintas maneras”, explica el doctor Moreno.
La gran revolución de los últimos años ha sido la secuenciación genómica masiva para esas enfermedades monogénicas con alta heterogeneidad genética. “Por ejemplo, en hipoacusias se sabe que hay más de 150 genes que pueden causar esta patología; igualmente pasa con la retinopatías, que causan ceguera y así con otra serie de patologías que nosotros consideramos de alta heterogeneidad genética”. Al haber tantos genes que pueden estar implicados, “con los abordajes clásicos sería prácticamente imposible e inviable su diagnostico genético por temas de coste-efectividad. Ahí es donde entran las nuevas tecnologías, la secuenciación masiva, la era de la genómica. Nosotros conseguimos en un único evento secuenciar todo este conjunto de genes”.
Por otra parte, también se han realizado grandes avances a la hora de buscar otros tipos de mutaciones relacionadas con alteraciones de ganancia o pérdida de material genético, como duplicaciones, inserciones o deleciones, gracias a los microarrays CGH (hibridación comparativa del genoma), que “nos permite identificar las variaciones en el nº de copias (CNVs) que son la base genética de la patología”.
ANÁLISIS PREVENTIVOS, PERO JUSTIFICADOS
Los diagnósticos se pueden hacer incluso antes de nacer, a partir de las pruebas en líquido amniótico o vellosidad corial. También se puede predecir el riesgo que tiene una pareja portadora de alguna mutación de que sus hijos sufran una enfermedad que ellos no tienen pero que pueden transmitir en sus genes.
El problema está, dice el doctor, en generar una ansiedad innecesaria, ya que la secuenciación completa del genoma (no solo de un grupo de genes) se puede realizar en muchos centros de secuenciación distribuidas por todo el mundo y cuyo precio ronda los 1.000 dólares. El doctor Moreno recomienda que el diagnóstico y el consejo genético deben estar exclusivamente en manos de los profesionales, de ahí la reciente creación de la especialidad en Genética Clínica, actualmente en desarrollo para su implantación en el marco de la sanidad española.
Cuando el paciente “ha entrado en una vía clínica y está aquejado de una determinada patología de base genética”, será examinado por “una serie de especialistas, incluido el genetista, que aplicará el algoritmo diagnóstico conveniente (si hace falta secuenciación masiva, se hará) para dilucidar la causa genética de esa patología”, expone, y concluye diciendo que “luchamos por que la gente no se automedique, y también debemos evitar que se autosecuencie y que sus datos genéticos sean interpretados erróneamente por parte de personal no cualificado pudiendo llegar a un diagnóstico erróneo”.
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